sábado, 2 de abril de 2011

El cuadro

Recuerdo como empezó todo esto. Era un lunes cualquiera, salí de mi casa para dirigirme a mi trabajo como siempre. Llevaba 10 minutos fuera de mi casa caminando, cuando me tope con un señor que vendía cuadros afuera de lo que parecia ser una casa. Yo conocía a todas las personas que vivían cerca de mi trabajo. Sin embargo, nunca había visto a este señor antes. Tenía rasgos muy extraños; una cicatriz muy cerca del ojo, que parecía que sólo pudiera haber sido creada con algo muy filoso. Tenía un rostro algo fuera de lo común, algo que no había visto antes en otras personas. Y su mirada era algo penetrante, una mirada que podría intimidar a cualquiera. A pesar de todo, no le tome demasiada importancia. Hace mucho tiempo que no le regalo nada a mi esposa, así que pense que sería buena idea darle un pequeño obsequio. 

- ¿Cuánto cuestan los cuadros? 
Le pregunte. 
- 500 pesos cada uno. 
- No me alcanza. 
- ¿Cuanto dinero trae? 
Me preguntó. 
- Sólo 200 pesos. 
Le respondí. 

El dueño del negocio hizó un gesto en su rostro, como pensando que hacer. Luego de eso me dijo: "Espere aquí por favor". Yo accedí a esperar, aunque estaba ansioso debido a que se me hacia tarde para llegar al trabajo. Aquel tipo entró al edificio que estaba atrás de su negocio. Poco tiempo después salió con el cuadro, el cuadro que aurrinaría mi vida por completo. 
El paisaje que mostraba aquel cuadro era de una zona rocosa en el océano. El mar se podía ver en la parte inferior del cuadro. Sin embargo, también se veia una especie de montaña del lado derecho. Y si mirabas con detenimiento, se podia ver a una mujer con un velo blanco, como si fuera una novia. Pero, por logica, el cuadro no estaba enfocada a la chica, más bien parecia que la chica estaba ahí por error. 

Cuando vi aquel cuadro me sorprendí bastante, no parecía ser un cuadro como los que estaban en su negocio, cuadros creados con pintura. Este cuadro se veía muy real, como si fuera una fotografía. Decidí no darle más vueltas al asunto. Agarré el cuadro, le pagué los 200 pesos que llevaba y me fuí hacia mi trabajo. En cuanto llegué, entré a mi oficina, deje el cuadro a un lado del ordenador y me puse a trabajar. Pasadas 2 horas, yo seguía trabajando, pero afuera de mi oficina escuche una voz que me llamaba por mi nombre. Era una voz angelical de una mujer aparentemente. Detuve lo que estaba haciendo, me dirigí hacia la puerta y la abrí. No había nadie afuera, sólo la secretaria que vigila la sala de espera, pero ella no pudo haber sido, ya que la voz que escuche era muy diferente a la suya. Decidí preguntarle si alguien había venido a verme. Ella me respondió que no, ya que nadie había hecho una cita hoy. Le di las gracias y regrese a mi oficina para seguir trabajando, pero antes decidí ver el cuadro, ya que me había llamado la atención desde que lo compré. Lo estuve mirando apróximadamente por 2 minutos, y justo antes de dejarlo en donde lo habia puesto antes, decidí mirar hacia donde estaba la chica. Me lleve una gran sorpresa, la chica de blanco ya no estaba allí. Como pense que lo estaba imaginando, cerré mis ojos por 3 segundos y los volví a abrir. La chica de blanco ya estaba en su lugar otra vez. Decidí dejar de ver el cuadro, ya que creí que estaba viendo alucinaciones. 

Salí de mi trabajo y me dirijí hacia mi casa. Cuando llegué, mi esposa me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla. Deje el cuadro en la mesa. Como estaba cansado, decidí irme a dormir. La noche llegó. Como había dormido toda la tarde, me desperte a las 10 de la noche. Nunca olvidaré esa noche, fue la peor noche de toda mi vida. Como ya no tenía sueño, prendí la televisión de mi cuarto. Decidí prepararme un café para empezar la noche, así que me fuí a la cocina. Cuando estaba hechandole la segunda cucharada de azucar a mi café, mi casa estaba silenciosa, la televisión se había apagado. Pensé que quizás le había puesto el Tiempo a la tele, así que ignoré lo sucedido. Avanse hasta llegar a mi cuarto, y presioné el boton de encendido en la tele, pero éste no respondió. "Quizás se desconecto el cable de corriente". Me dije a mi mismo. Así que proseguí a buscar el cable de corriente que se encuentra atrás de la tele, para esto tuve que mover mi ropero, ya que la tele esta encima de éste, y la conexión se encuentra atrás. Estaba quitando el ropero, cuando el foco de mi recamara empezo a parpadear como por 30 segundos, luego de eso se apagó, e inmediatamente la tele se prendió, y me lleve una terrible sorpresa. No estaba pasando el programa que estaba viendo, pero se lograba apreciar a una mujer de blanco. Tenía la cara deformada. Sus ojos negros, sin fondo. Con una mirada triste, y a la vez terrorifica. Al ver eso, yo di un grito muy fuerte. En ese momento, se despertó mi esposa. La tele volvió a la normalidad. Le explique lo sucedido, obviamente no me creyó. Pensaba que lo había inventado o que estaba viendo ilusiones. 

Me fui al baño para lavarme la cara y despejarme un poco. Una vez en el baño, empezé a escuchar una voz de una mujer, era la misma voz que había escuchado hoy en mi oficina. Esta vez no decía mi nombre, sin embargo, mencionó el nombre de Teresa. Inmediatamente regrese a mi recamara, y no pasó nada hasta las 3 de la mañana. Yo seguía sin poder dormir esa noche. Estaba pensando en el nombre que aquella voz mencionó. De repente, se hoyó un grito de una mujer en el patio. Era un grito de dolor, como si estubiera a punto de ser asesinada. Algo alarmado, decidí despertar a mi esposa, para que lo escuchara. Ella se desperto algo confundida por el grito. Yo le comenté todo lo sucedido. 

Cuando amanecio, salí de mi casa. Me lleve el cuadro, y fuí hacia donde me lo habían vendido. Hoy aquel señor no había sacado su negocío de cuadros, así que opte por tocar la puerta. Luego de algunos intentos, me abrió. Me invitó a pasar a su casa, y me dió un vaso de refresco. Yo le comente todo lo que me ocurrió, pero parecia no impresionarle. Momentos después, le comenté de que aquella voz mencionó el nombre de Teresa. En ese preciso instante, aquel señor me contó la historia del cuadro: "Teresa. Teresa fue mi novia. Ella murió hace 2 años, justo en nuestra boda le dió un paro cardiaco. A los dos días la enterré con su vestido de novia. A ella le encantaba el cuadro que te vendí. Es un cuadro de "La Quebrada", que queda en acapulco, en México. El día en que nos ibamos a casar, ella traia ese cuadro en sus manos, luego cayó desplomada al suelo por los fuertes dolores que tenía, llamé a la ambulancía y luego de 20 minutos llegó, pero ya había fallecido." 

En ese momento, a aquel señor se le empezarón a salir las lagrimas y su voz se empezó a escuchar entre cortada. Yo lo escuchaba con suma atención, mientras el me relataba todo sobre aquel cuadro y Teresa. "Hace 8 años, fuimos a Acapulco. Le fascino tanto "La Quebrada" que compramos este cuadro. Una vez, ella me había comentado que si moría, su alma se iría hacia Acapulco. Aparentemente, creo que ella no lo consiguio. Ya que su alma quedo atrapada en este cuadro. La mujer de blanco que aparece en el cuadro debe ser ella. Ya que se veía así cuando... cuando pasó la tragédia". Después de un rato, terminó de contarme todo sobre ella y el cuadro. Debido a que ya sabía el pasado de aquel cuadro, decidí devolverlo. Ya han pasado 10 años desde ese día. No se porque lo sigo recordando perfectamente, como si hubiera sido ayer. Creo que nunca encontraré una respuesta sobre lo que sucedió ese día. Mas sin embargo, necesitaba contarselo a alguien, y ese alguien eras tú. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario